Capítulo 16: La partida

CAPITULO 16: LA PARTIDA


-Mira. Esa niña es famosa en Andragos. Pide dinero y a cambio te lee la suerte. Tiene la mala costumbre de aparecerce por el castillo. De que si sean fidedignas sus predicciones, no lo sé.- expuso el jovencito andraguense.
-Sabía quién era, de donde venía, sobe Marell...- le contestó Eric.- A mí se me hace que sus predicciones son bastante fidedignas.
-No sé. Aparece desde que tengo memoria. Es muy rara. Una vez me dijo que tuviera cuidado con los extranjeros. Y ya ves como resultó todo con estos mega extranjeros de la tierra jajajaja.
Eric no río y puso cara de serio. La vidente no se le habría aparecido si nada hubiera estado por ocurrir.
Se sentó y narró a Arcon todo lo que Rankaw le había dicho. Arcon solo se limitó a asentir y a escuchar. Al finalizar Eric, Arcon dijo:
-Por favor no te vuelvas en contra mía tú también. 
-Jamás.- se apresuró a decir Eric.- pero me gustaría tener un plan B. Si las cosas salen mal, nos encontramos aquí en la biblioteca de Andragos. Si salen mal en la tierra, en mi casa. ¿está bien?
-Pero Eric, ten fe. ¿Qué podría salir mal?
-Presiento que muchas cosas.
Ooo
Arcon salió refunfuñando de la biblioteca arrastrando a Eric para que arreglara su equipaje. 
El rey se dedicó a despertar uno a uno a los guerreros restantes. A la pieza de Mao entró gritando como si fuera un sargento del ejército y Mao lo mandó a freír esparragos. Pero Arcon le quitó las frazadas y Mao no tuvo otra opción. En cuanto a Hector y a Karime, que dormían abrazados, les hizo cosquillas hasta despertarlos.
Karime le propinó un combo que dejaría un feo moretón y Hector le gritó que se fuera.
Arcon les dijo que les esperaba en la torre más alta en media hora y se retiró riendo. Eric no lo secundó y solo salió suspirando tras su amigo.
OOO
Efectivamente media hora después los Guerreros se encontraban a varios metros de altura. Arcon tenía el grolyn y miró los ojos de sus amigos para buscar aprobación, pero no la halló. Todos le miraban con ganas de matarlo. En vista de eso y evitar aquella tensa atmósfera comenzó a hablar.
-A la cuenta de tres.- los previno.- 1, 2 ¡3!
Los chicos saltaron y vieron el habitual portaĺ multicolor. Pasaron por él, como era usual, pero un viento muy fuerte los empujó, haciéndolos gritar. Todo alrededor de ellos era borroso, como si fueran en un auto andando a velocidad muy rápida. Ninguno de los Guerreros jamás había vivido aquella sensación mientras viajaban con el Grolyn. El kiu adivinó enseguida lo que estaba pasando. 
-¡Arcon¡ ¡Punto de encuentro!-logró gritar Eric antes de golpearse en la cabeza con una roca y caer inconciente.

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