CAPITULO 17: PERDIDOS
Karime corrió a atender a Eric que sangraba a mares. Mao también estaba inconsciente, pero la siret confiaba en que la fortaleza física de Mao le hiciera resistir más. Sacó un pequeño botiquín de su bolso (Karime creía que estos eran el mejor invento terrestre) y limpió la herida de Eric. Al detener la hemorragia, la jove se dedicó a despertarlo.
-Eric, despierta.- susurró Karime.-Eric.
Eric no reaccionó.
-Por favor, Eric...-rogó Karime.
En ese momento Eric comenzó a toser y a mirar hacia todos lados, muy desorientado. Al ver a Karime se tranquilizó, pero al darse cuenta de que estaba acostado en el regazo de la guerrera y el dolor punzante que atacaba el costado de sus cabeza, comenzó a alarmarse.
-Karime, di porfavor que nada salió mal.
-¿Quieres que te mienta?- Respondió Karime.
Eric cerró los ojos con gran esfuerzo y suspiró. Sabía que todo iba a salir mal.
-Al menos dime donde estamos, Karime.
-De Fagho no hemos salido, pero no tengo la menor idea de donde estamos.
El kiu levantó su cabeza con esfuerzo y se encontró con un terreno yermo y baldío: un páramo. Apenas existía vegetación grande, u árboles de los cuales obtener comida. Eric se alarmó.
-L-lo único que podemos hacer...- comenzó a decir el chico interrumpido por el dolor.-Es reunirnos con Arcon en la biblioteca de Andragos. ¿Quién mas está con nosotros?
-Solo Mao.-replicó Karime.
-Maldita sea... Ojalá Hector esté con Arcon. Si no, todo está perdido
Los labios de Karime, la novia de Hector, se redujeron a una fina linea. A ella igual le preocupaba.
-Karime, ve y atiende a Mao. Yo ya me estoy recomponiendo.
Pero no fue necesario ir a atender al cavilar. Este venía cojeando hacia donde estaban los chicos. Había caido muy lejks de Eric y Karime.
-Ese imbécil de Arcon no sabe escuchar.-se quejó Mao.-Todos le dijimos que esto iba a salir mal pero claro, no escuchó. ¿Donde está? Le voy a dar la paliza de su vida.
-No está con nosotros. Tampoco Hector.- le dijo Eric.
La cara de Mao cambió Radicalmente.
-Maldición. Esto no puede estar pasando ¿Y el Grolyn?
-No percibo su presencia.-Dijo Eric.
Mao pasó las manos por su cabello y miró al cielo como buscando ayuda.
Mao se maldijo por no haber sido capaz de sostener los infantiles impulsos de Arcon. Prometió y juró por todos los dioses que algo así jamás volvería a pasar. Pero primero, debía salir de aquella situación.
-¿Como volveremos a Andragos?-Preguntó Karime.
-Tengo una idea. Puedo utilizar mi energía kiu para poder buscar Andragos.- susurró Eric.
-¿Qué propones, enano?- Preguntó Mao.
-Pay-Then me enseñó que lo que puedo hacer jamás tiene límites si me lo propongo. He hecho cosas de las que ni yo me creía capaz, pero ya ven. He hecho cosas que nadie jamás habría esperado de mí. Solo debo mentalizarme y canalizar bien la energía. De otro modo no tenemos opción.
-¿Entonces?- dijo Karime.
-Digo que hagamos una brújula que nos guíe hacia Andragos.
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