Capítulo 19: a pensar en opciones

CAPITULO 19: A PENSAR EN OPCIONES
-¿Habían estado alguna vez aquí?-preguntó Eric.
El cavilar y la siret negaron con la cabeza.
-Ni siquiera sabía que existía un lugar como este.- dijo Mao.-Aunque creo que de haber criaturas enemigas, serian subterráneas. No tienen otro lugar donde ocultarse.
-Espero que no nos salga al encuentro ninguna criatura. Con Eric herido va a ser difícil defendernos a nosotros y también al inhabilitado.- respondió Karime
Eric les miró con odio. Al parecer Mao y Karime no entendían que ya estaba bien y capacitado para pelear.
-Vale. Bueno, les voy a explicar lo que voy a hacer. Mediante la energía, voy a explorar nuestro entorno y voy a localizar Andragos. Luego de eso, dejaré activo el trazo de energía que vaya directamente hacia donde queremos ir. ¿Les parece?
Los dos adultos jóvenes asintieron.
-Pero para eso, necesito que me ayudes, Karime. Necesito que transfieras tu energía a mi cuerpo. Mientras más, mejor.
-Está bien.-respondió la rubia.
Eric se colocó en posición de meditación y cerró los ojos. 
Se centró en su respiración y aisló cualquier sonido externo a los que producía su cuerpo. Podía oír el aire entrando por su fosas nasales; su corazón latiendo; la sangre corriendo por sus venas y miles de otros sonidos. Cuando ya estuvo concentrado, mentalizó una imagen de Andragos: la buscaría en la mente de los seres vivos.
A continuación, la siret, que transmitía energía aguamarina a Eric y el Cavilar Batay, que estaba sentsdo detrás de los kiu quedaron anonadados. La tierra se iluminó con miles de brillos color hueso. Algunos se alzaron y otros se quedaron en la tierra, convirtiéndose en pequeñas estrías que comenzaron a reptar por el suelo. Las partículas de luz que aún quedaban en el aire, se dispersaron en todas direcciones. 
Mao iba a decir algo, pero Karime lo mandó a callar. Eric necesitaba concentración. 
El kima estiraba su energía en busca de indicios. Cualquier cosa. Aquellos que más información tenían, eran los pájaros. Después de todo eran los que más recorrían. Extendía su poder por la tierra, donde insectos y animales subterráneos que jamás habían visto la luz, no le fueron útiles. Finalmente, dio con zorzal que había visto Andragos de manera reciente,así que siguió investigando en la dirección de este. Calculaba que ya estaba rastreando a al menos cien kilómetros de distancia, por lo que le un espasmo recorrió su cuerpo. La herida dolió y Eric gimió espacio. Mao se rió a sus espaldas y Karime aumentó la cantidad de energía haciando que Eric se sintiera mejor. Efectivamente por la dirección que Eric estaba rastreando, los animales habían visto el castillo. Siguió, animado, hasta que dio con un humano cuyos pensamientos se centraban en llegar a Andragos. Luego más y más humanos y finalmente, un guardia. Eric sonrió triunfante y un hilo de luz blanca hizo aparición en la tierra, mostrando el camino de vuelta a Andragos.

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